No nos gusta el mundo, ¿Y qué? Oh, ¿te imaginas que con decir "ME DESAGRADA" se invirtiera el universo con tal de cambiarte la sensación? ¿Puedes ver un espacio donde el tiempo camina de la mano y no por delante o por detrás de tí? El presente es tan instantáneo que a penas deja conocerse. La miel es dulce y los zapatos cuando llueve huelen fatal. Suelo y sueles tener sueño, miedo, asco. Comemos, nos peleamos, gritamos. Es el encanto de estar en esta fase de...bueno, aún no le he encontrado un nombre, como a tantísimas cosas fuera de este limitado y sensible mundo.
Economía, ropa, espejos, cintas de video, peces en sarten, bombas de uranio, marcas, adornos, precios, edificios, manjares, wisky, tabaco, mentiras. Huele a plástico.
Pero hasta el plástico está hecho con algún sentimiento, aunque solo sea el de un trabajador cagándose en su horario y deseando llegar a casa.
No hace falta acostumbrarse, solo hay que encontrar un hueco y cavar como los perros hasta dejarlo vacío y hacer con él lo que le plazca a tus sentidos.
¡FREEDOM!
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