11.7.11

Yo y yo misma.

No me hubiera costado nada cambiar de frecuencia. 
Sintonizar otra parte de mi cerebro para el plácido sueño. 
Qué haces que sígues por ahí, tristeza? 
si el mundo no frena y el tiempo menos...tu 
siempre perdiéndote en lares equivocados.
Para qué soñar...si solo es un recuerdo claro en
la memoria del universo y un turbio recuerdo en mi memoria.
Me persiguen los leones, las amapolas 
y las cantimploras de bebés que necesitan...vivir.
Y qué soy yo para mis árboles sin calles? 
qué soy para tan inventada mágia que hay detrás
de mis cortinas...qué soy para ellas. Qué soy sin ellas.
Aún no he rozado el vacío que hay a mi derecha todas
las noches en cualquier punto de mi imaginación. 
Solo le hablo...le pido que me deje escucharle...pero parece necesitar 
contacto directo para comunicarse conmigo. No es el momento aún. 
Pienso que si todo lo que he llenado es tan poderoso sobre mí, 
lo que he dejado vacío no se quedaría atrás.

7.7.11

Por pedir...

A cien millas de la realidad todo es más...de verdad.
Si la música abrazara, como tú, me dejaría romper cada hueso, poco a poco, hasta la próxima mañana.
Con más wea al despertarse entre cálidas sábanas, y tu saliva. Me pierdo...te lo juro.
Esto no es nuevo, pero contigo no temo alejarme del mundo. 
Lluvia, dónde andará. Soy zurda, a veces lo olvido. Debería pedirle al tiempo mis deseos al revés. Claro. Es así de fácil. Pido una soleada lluvia en mis pupilas, sin lágrimas.                                                                

El cine, el amor. La tierra, las flores, el color verde, la magia. El contratiempo, el desorden. El caos. Las cortinas, el humo, atardeceres, las retinas brillantes. Astro, el sol. La lluvia, pasar frío. Caramelos, momentos. Los vuelos, las caídas, los cuadernos... La imaginación