19.5.10

Yo pensáre en otro tiempo que el mundo no me importa. Que en hawai se está genial, que mis sueños quedan mejor flotando que en manos de alguien que no les da vida.
En otro tiempo pensáre que el cielo es gris por que así lo pintan mis ideas, que las amapolas gritan por que me quieren y no puedo mirarlas. Cuando lo hago se esfuman. Otro tiempo pensáre por mí y no por los demás, y pensáre de nuevo que en Hawai se está bien. Buen sol, que no quema. Buena luna, que no ciega. Buen mar, que no ahoga.
Pensáre que el amor falta no me hace, ni si quiera el que me otorga la música, mis libros, mis palabras.
Pensáre que puedo sumergirme como quien no siente en cada corazón. Pensáre que la tierra es firme, y firme me manténdra.
Pensáre con el alma de algún nuevo inmigrante en mi cabeza... pero, pensáre por él. No por mí.
Mi cielo sigue azul y nada me ahoga todavía.
























Bestias en el jardín. me encanta. Me inspira...

17.5.10

Decidimos..
















Decidimos el rap...hmm, aún lo recuerdo. Ese concierto en la plaza de la paz. ¡Anda!, no me había fijado nunca. PAZ.
Sí...lo recuerdo como si hubiesen pasado en un solo día esos 5 años.
Te recuerdo en mis cuadernos Marta, y además, recuerdo ganas; cientos, miles, millones de GANAS.
"El sonido perfecto es una anécdota" dijo Kase-O. 
Yo decidí ser lo que soy, aunque un aprendiz de filósofo me dice a menudo que nadie es quien quiere ser, por que nadie decide quien o qué ser. Yo le creo, pero en el más profundo sentimiento de desgaste.
Decidimos canturrear las horas. Vivas, muertas. Siempre canturreando...
También elegimos pensar en algo más, en algo más que pensar decidimos. Como darle la vuelta a las frases...
Oh, esas frases nuestras, esas filosofías de quince añeras que aún hoy en día sorprenden a tan atolondrada edad.
Ese rap comercial que inundaba mis oídos por aquella época, que me hacía levitar y viajar por aquellos lares tan maravillosos...
Entonces no necesitaba evadirme para sentirme fuera. Ahora sí. Mañana dejaré de necesitarlo de nuevo.
Por que vuelvo a elegir. Elijo la música. Te elijo a ti en mi compañía. A mi sol con energías renovables que siempre abre en mí nuevas ventanas llenas de aire.
Ventanas llenas. Hmmm...
Vuelvo a decidir.
Aquí lo decido yo. En tu cabeza lo decides tú.
Pero ten cuidado... a veces la imaginación decide decidir por ti. Malo, eso siempre es malo.
Retírome, no siempre.
Decido seguir escribiendo la historia que comencé hace una hora. Decido irme a estudiar después. Decido sonreír con Janis Joplin...
Decido ser alguien. Alguien que despega en cada aeropuerto que se le cruce por la vista.
Vistas desde un mundo, que ...bueno, aún no sé a cuantos quilómetros se encuentra.
Os avisaré, es todo un deleite.


¡Vive!

10.5.10

Aquella noche...

Delicias turcas pidió el caballero.
-¿Algo más, señor?
-Sí señorita. Agradecería una noche de sexo en el hotel más caro de la ciudad próxima para después pedirle que se case conmigo en las vegas, que viene a ser la otra parada. Pero, me conformo con un whisky, gracias.
-¿Está falto de compañía el señor?
-¿Ve usted algún anillo de compromiso señorita?
-Bien, entiendo.
Yo no deseaba nada serio, pero era la confusa vestimenta que llevaba y ese olor acaramelado que por alguna extraña razón provocaba en mi... un leve deslizamiento hormonal.
Me quedé como una tonta plasmada en la puerta. En ese momento pensé que había hecho bien en ponerme la falda del uniforme y no el pantalón. 
-¿Puedo tutearla?- Pidió.
-Sí. ¿Desea el caballero que cierre la puerta del compartimento?
-¿Pretende quedarse?
-Mi turno acaba en la siguiente parada. El tren está casi vacío.
-Se siente usted muy sola, ¿verdad?
-Depende de qué soledad estemos hablando. 
-Tiene una mirada melancólica.
-Y usted un bonito traje.
Un hombre jamás se fija en primer lugar en tus ojos. Aunque substituiría ese jamás por un casi nunca. Por que él sí lo hizo. ¿Él?, lo cierto es que ni siquiera me interesaba su nombre.
-¿Quiere sentarse señorita?
-Lola, me llamo Lola.
-Bien Lola, ¿cuantos años tienes?
Mientras formuló la pregunta, fue levantándose poco a poco, sin mover la vista de mi escote.
Cerró la cortina del vagón.
Acercó su cuerpo al mío, y en aquel instante la lluvia comenzó a arañar los cristales.
-Tome asiento Lola. Aún no me ha dicho su edad...
-¿Y qué importa eso?
Se sentó de nuevo en frente de mi asiento. Encendió un cigarrillo y le dio una calada al estilo charlestton de los años 20. 
-¿Donde vives? - Le pregunté decidida ya a tutearle. Supe que iba a pasar la noche con él desde que entré por aquel pasillo y le vi ojear el periódico, aunque era pura distracción ya que el diario parecía ser de hacía unas semanas. Mis 22 años pedían algo nuevo. Ni siquiera era mi trabajo aquel. Yo ubstituía a mi madre, que estaba de vacaciones.
-Cerca. A decir verdad señorita, sus medias cautivan mi sentido común. Sí estoy casado.
-No hacía falta que me lo dijese, ya lo suponía.



....más tarde...





El cine, el amor. La tierra, las flores, el color verde, la magia. El contratiempo, el desorden. El caos. Las cortinas, el humo, atardeceres, las retinas brillantes. Astro, el sol. La lluvia, pasar frío. Caramelos, momentos. Los vuelos, las caídas, los cuadernos... La imaginación