Mmm, el suelo está demasiado frío, pensé. Ya no se veían las amapolas...
Mis amapolas. Luego pensé otra vez, "¿mis amapolas?", qué posesiva soy a veces.
Bueno, ayer ví dos amapolas rojas, como la sangre recién caída. Las primeras amapolas del año, y...ya no están.
Me pregunto si la primavera miente...mi sangre no está alterada y a penas veo flores.
Me gustaría enfrentarme al mundo con el sol. Agarrarlo con mis manos, sin quemarme.
-¿Qué tal, Sol?
-Aquí... pensando.
-¿En qué piensas, Sol?
-Por qué ellos prefieren a Luna...
-¿Ellos?
-Sí, los tuyos.
-Sol, la noche es tentadora.
-Y yo...¿yo que soy?
-Tú...tú inspiras..
-Yo ilumino. ¿Te ilumino a tí,estrella?
-Siempre.
-Toma.
Y Sol transformó su sonrisa en una inquietante amapola amarilla.
Para mí.
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