11.1.13

Domingo de brujas..

Las brujas pensaron que los rosales serían bonitos de un color más oscuro: negro.
Las brujas adoraban la Luna y esta, cada noche regalaba pedacitos de tristeza a las tres viejas,
para que las repartieran a las malas almas. ¿A caso habían almas buenas?...Claro que las habían,
como las buenas brujas, y no hadas como muchos las nombran, no. Brujas, brujas de las de verdad;
de las que vuelan y hacen conjuros y que a veces mienten y otras dicen nada más que la verdad.
Brujas con encantos y la piel esgarrifada, brujas que luchan, de esas que siempre consiguen escapar.
Las viejas chifladas sabían que yo siempre las observaba desde lo escondido de mi ventanal, 
al acecho del pesado golpe de algún pedacito de tristeza, pues Luna también me veía a mí.
Pero mi alma era buena y mi carretera descontrolada.Yo viajaba hacia Sol un domingo mañana
y pedazo de triste Luna hacía que persiguiera mi sombra, pero un buen alma siempre se salva, 
como las brujas. Buen alma debían tener las brujas. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé por qué y quizáz nada tenga que ver,
pero me acordé del principito =)

Me gusta mucho, mucho.


-Víctor.

Gé! dijo...

Cuando leí por vez primera El principito..cosa que sucedió hace un mes aproximadamente, recordé este cuento que tenia escrito en una libreta perdida:)

tampoco sé porqué será!


El cine, el amor. La tierra, las flores, el color verde, la magia. El contratiempo, el desorden. El caos. Las cortinas, el humo, atardeceres, las retinas brillantes. Astro, el sol. La lluvia, pasar frío. Caramelos, momentos. Los vuelos, las caídas, los cuadernos... La imaginación