16.1.10

Yo sé lo que siento cuando mis manos se deslizan por ese aura tan inconfundible. Seas quien seas, si estás leyendo esto es por que tal vez no tienes nada mejor que hacer, o quizás por que eres de los que les emociona notar cómo sienten los demás. Demás, menos, regular. Todo es calificable, hasta el más sencillo desliz. Todo muere y se pudre, crece y marchita, suena y se acaba. No es pretender hablar de algo, hacer recapacitar, abrir ojos... Eso, cada uno cargará con su conciencia. Si menciono la miel como la dulzura de las caricias en el mundo de Alicia, o el aire como el incansable deseo de volar sin levantarse del suelo pienso que palabras hay miles, sin embargo encanto para cautivar, sentimentalmente escaso. Las frases me piden un descanso para aterrizar en babia y observar el deleite astral de la noche. Danza de signos, revelaciones, claves... Saber tan poco de lo que uno sabe que conoce es peligroso. Nos hacen crecer en medio de los errores más grandes.

1 comentario:

Leticia Hernández dijo...

Me gusta, "los errores más grandes" son los que nos ayudan aprender más, callendo, pero lebantandonos...suerte Gé ^^


El cine, el amor. La tierra, las flores, el color verde, la magia. El contratiempo, el desorden. El caos. Las cortinas, el humo, atardeceres, las retinas brillantes. Astro, el sol. La lluvia, pasar frío. Caramelos, momentos. Los vuelos, las caídas, los cuadernos... La imaginación