20.12.09

Cajas.

Las cosas son cosas y nuestros ojos se adaptan como mejor les parezca para poder observarlas.Cada par de ojos asimilan lo que tienen en frente de manera diferente, con lo cual una vez más se demuestra la gran diferencia humana de mentalidades. O mejor dicho, miradores. Sí, los ojos son como miradores. Conectados siempre a un canal imaginario que los controla.El control es malo, sobre todo en exceso. Séh, el exceso... todo se excede, todos nos excedemos. Y el triángulo de mis piernas piden una cómoda estancia en las nubes, así como una buena música de fondo para atraer la inspiración. Inexistente, según dicen.Las notas no son más que notas, las conchas no son más que conchas, los altavoces no son más que altavoces... la música, no es más que aquello que nuestros oídos captan, al igual que el mirador. Osea, los ojos.Los compases son maravillosos. En cenas, paseos, charlas, sollozos, despertares, noches. Siempre. Para quien sea.Supongo que algún día de estos empezaré a cambiar un poco la temática de mis escritos, pero que demonios,¿a caso hay algo más agradable que intentar pensar con música, y acabar sintiendo?No, no lo creo.

13.12.09 - 22:29

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El cine, el amor. La tierra, las flores, el color verde, la magia. El contratiempo, el desorden. El caos. Las cortinas, el humo, atardeceres, las retinas brillantes. Astro, el sol. La lluvia, pasar frío. Caramelos, momentos. Los vuelos, las caídas, los cuadernos... La imaginación